sábado, 19 de marzo de 2016

Tres años!


Qué rápido pasa el tiempo! Es una obviedad, pero es que a veces me sorprendo pensándolo. Tres años! Aquella semana de marzo parecía que nunca acabaría y sin darnos cuenta, ya estamos aquí. Bueno, sin darnos cuenta no, miento, nos hemos dado cuenta de todo...pero es verdad que ahí pareció que el tiempo se paró...todo era incertidumbre.

Este año vuelve a caer en Semana Santa, por lo que cada recuerdo se hace más fuerte y más intenso, desde ayer se me repite en la cabeza cada segundo, cada llamada, cada visita a los distintos médicos que me vieron esos días...y supongo que así será hasta el día 25 que se cumplen 3 años de que conocimos el diagnóstico. Pero yo ya lo sabía...os lo he contado alguna vez. Ese día sólo lo vi por escrito y tuve que contárselo a todos, pero desde el 18 de marzo que recibí una llamada de mi médico diciendo que algo no le gustaba y que había que hacer una biopsia urgente, yo ya lo sabía. No me preguntéis por qué, pero fue un presentimiento, una certeza...de esas cosas inexplicables que a veces nos pasan. 

Aquella Semana Santa tan dura, fue sin embargo muy bonita, me da un pellizco el corazón al rememorar tantas casualidades como se dieron, tantos momentos emotivos e inesperados. Tantas cosas, que me hicieron sentir que lo que venía era duro, pero que había esperanza, que de allí se salía. Y así ha sido! 

Ya llevamos 3 años familiarizados con este mundo del cáncer de mama, he conocido a tantas persona, tantas historias, tantas cosas buenas y no tan buenas que me ha enseñado y me enseña cada día esta enfermedad. Y cuando creo que todo ha pasado, aprovecha para recordarme que hay que estar alerta y hay que tener los pies en el suelo, y seguir disfrutando de cada día, porque puede ser que todo se vuelva a fastidiar....y ese susto lo hemos vivido en la última revisión, la gorda, la que me tocaba en enero. 

Una llamada inesperada del hospital que dice que hay que completar el resultado de la resonancia porque ha aparecido algo...uuf! No os podéis imaginar cómo se revuelve todo cuando eso ocurre! Y aunque no soy miedosa, algo he pensado en la recidiva, (la recaída en lenguaje común). Y he pasado dos meses un poco desquiciadilla, lo reconozco. Lo que más me ha costado es compaginar el trabajo y la vida "normal" con estar haciéndome pruebas y manejando la posibilidad de volver a operarme o volver a tener que pasar por el tratamiento...cuando estaba enferma "oficialmente", estaba de baja en el trabajo y el mundo en general me dio una tregua, pero estos dos meses los he tendido que vivir "de pie" como yo digo, y ha sido difícil, la verdad. La buena noticia es que después de todo, concluyen que es tejido mamario que se quedó ahí tras la mastectomía profiláctica, (la preventiva, para que nos entendamos), y que en principio lo que van a hacer es revisarme más a menudo, no sólo desde oncología, sino también desde la Unidad de Mama, y así comprobar que los casi dos centímetros de tejido que han encontrado no cambian de tamaño ni se estropean...y así evitamos operar otra vez. Yo me fío de mis médicos, así que si ellos han dicho eso, ya me quedo tranquila. Pero el susto ha sido importante.

Así que estos tres años de prórroga, los celebro más todavía, porque estos dos últimos meses tan difíciles, ya están superados, y de nuevo la vida vuelve a darme una oportunidad cada mañana de disfrutar, de hacer cosas, de ser mejor...y de seguir soñando y luchando por cumplir mis sueños. Gracias a todos los que me habéis ayudado a superarlo, los de antes, los de durante y los de después, y los que están siempre, esté buena o mala, preocupada o súper contenta, a todos, un millón de gracias por estos tres años! 

A seguir muchos años más aprendiendo, aceptando, pero sobre todo disfrutando, que la vida cuando se tiene salud, es una pasada!!! Sólo hay que pararse un poco y apreciar lo bueno de cada día!!!

Mil besos a tod@s los que me leéis!