lunes, 17 de febrero de 2014

Tocate, o te toca.

Ese es el lema de una campaña de concienciación para las mujeres, para que nos revisemos, que esta  llevando a cabo una chica con cáncer de mama que creo que es de Venezuela. Una belleza de niña de 27 años que cuando ha visto que su vida se paraba por esta enfermedad, ha decidido trabajar para que no pase más, y de momento lo único que se puede hacer para eso es insistir en la prevención.

Yo es un tema que hablo con los más cercanos, pero me he dado cuenta que no he aprovechado esta gran plataforma para hacerlo. Y ya que sois tantas las que me decís que me leéis, voy a aprovechar para mandaros este mensaje, y poneros "deberes". Niñas, mujeres, amigas, las que me conocéis y las que me leéis sin conocerme, hay que autoexplorarse, y acudir al médico a revisiones por lo menos una vez al año. Y ser pesadas con los médicos si nos queda duda, si sentimos algo raro. Es muy importante, la forma de salvarte la vida. La forma de que un diagnóstico pase de operación y algo de tratamiento, a tratamiento, operación y ya veremos, o a...tragedia gorda, metástasis y pocas soluciones o más duras y dolorosas y largas. 

Dicen las estadísticas que una de cada 8 mujeres vivimos el cáncer de mama. Las cifras son escalofriantes, así que vamos a estar atentas para que bajen esos porcentajes.

Voy a contaros un poco de mi historia, para desmitificar algunas creencias sobre este tipo de cáncer, que afortunadamente es el único que conozco de cerca. Yo siempre he tenido problemas hormonales, con la regla, los embarazos fallidos, etc, sin embargo, y a pesar de que todos los que me conocen lo pensaron al principio, mi cáncer no es hormonal, es decir no tiene nada que ver con esos problemas.

Os cuento, me quitaron un fibroadenoma en febrero de 2012. No se definir muy bien lo que es, pero es un tipo de quiste o tumor benigno que cuando crece mucho hay que quitarlo, y el mío era grandecito. Desde esa fecha, iba a revisiones al principio cada mes, luego cada 3 meses, y después me tocaba a los 6 meses. Tenía que haber ido en diciembre pero por diferentes circunstancias que no vienen al caso, no fui hasta febrero. Mi médico, que es un máquina en esto, me hizo una ecografia y una mamografia y me dijo que volviera en 3 meses, que había algunos quistecitos que había que vigilar, pero que de momento me quedase tranquila. Quince días después de eso, me encontraba fatal, estaba muy cansada, me dolían las piernas, los riñones, estaba irritable, triste...y uno de los quistecitos estaba más grande y más duro. No se qué relación tiene una cosa con otra, pero hablando con otras enfermas, les pasó lo mismo, antes del diagnóstico ya no se encontraban bien, en general.

El bulto crecía por día, se puso rojo y me dolía muchísimo. Tuve que ir una tarde a urgencias con mi madre porque estábamos verdaderamente asustadas. Infección, fue el diagnóstico, mastitis. Antibiótico y descanso. Pero no me convenció. Así que al día siguiente me vio mi médico. Coincidían en que era infección, pero me pinchó allí sobre la marcha y me saco líquido para analizarlo. Una semana después me llamaron de la consulta para decirme que ya habían llegado los resultados de lo que habían analizado, y no era malo. ¿Cómo os quedáis? Pues sí, "ausencia de células neoplasicas". Pero al decirle a la enfermera que aquello no iba a mejor, me dijo que se lo comentaría al médico y luego me llamaban.

Era 18 de marzo de 2013, yo estaba con mi amiga Sonia en unas jornadas sobre mujeres emprendedoras que a las dos nos encantan, haciendo planes para ser como las ponentes, que todas eran súper directivas de empresones y celebrando la cervecita que nos tomaríamos después. Pero sonó mi teléfono. El médico  quería verme ese día, sí o sí. Así que a las 9 de la noche estaba yo alli esperando a que me viese, y a las 11, cuando acabamos, yo ya sabía que tenía algo malo. Su cara lo decía todo y la de otro colega al que llamó para que viese también la ecografia. Ahí ya fue todo rápido. Biopsia urgente, yo cada vez encontrándome peor, sin hambre, débil, el pecho hinchadisimo...y en una semana diagnóstico confirmado. Cáncer de mama, en un estado muy avanzado. Hasta que no analizaron tejido sólido no lo supieron, es así de hijo de su madre...el líquido que lo rodeaba no tenía células malas, y en las ecos y mamografias no se veía. Sólo con la biopsia lo pudimos saber. Estaba ahí escondido...como me dijo el oncólogo, venía a por mi.

Lo que ha venido después, ya os lo he ido contando...Así que vamos con las conclusiones. La primera es que no siempre es hormonal. Aquí tenéis el ejemplo. La segunda y más importante, porque la oigo muchísimo, es que lo que duele también puede ser malo. No se por qué todos creemos eso, que si duele no hay que preocuparse, que si se ve tampoco, y eso no es asi. En mi caso el cuerpo avisó, tuve esa suerte. Unos meses después aquello habría sido mucho peor de lo que es. Pero se veía, dolía, estaba rojo...todo lo que pensamos que no puede ser cáncer. La tercera, es que no siempre se hereda, en mi familia nadie ha tenido cáncer de mama. Y la última y ya os dejo, hay que ir al médico a la mínima sospecha, y si no te quedas tranquila hay que insistir. Sólo así, cogiéndolo a tiempo podemos vencerlo.

Espero que me hagáis caso las perezosas, las que les da corte ir al médico sin motivo, las que dicen que en su familia no hay antecedentes, las que tienen miedo de ir por si les dicen algo malo...en fin, todas las que no os revisáis.

Gracias otra vez por estar ahí y por preocuparos por mí. El pinchazo del jueves no me sentó muy mal, me hinché un poco y estaba más cansada de lo que ya estoy siempre, pero así y todo pude ir a la boda de mi amiga María y pasar un rato buenísimo.

Hasta otro día!

lunes, 10 de febrero de 2014

Medicina de cariño!

Aún estoy recuperándome de la resaca que me dejó la fiesta del viernes, y no porque yo beba, si no por la inyección de cariño tan grande que recibí. Aún ahora recuerdo cosas, momentos, palabras y me emociono. Que gente más buena hay por el mundo y que suerte tengo yo de conocer a tanta de esa gente buena.

Si la última vez que escribí estaba con un poco de bajón y de desesperación, hoy tengo que decir que siento todo lo contrario. Me siento fuerte, animada, con ganas de pelear con esto y ganar, y muy agradecida porque cuando me han faltado las fuerzas, de nuevo he sentido como todos los que me quieren han tirado de mí y me han sacado a flote.

Como ya os conté, el último pinchazo de Herceptin me sentó bastante mal, parece ser que por haber coincidido con la radioterapia. Debe ser verdad, porque van pasando los días y estoy mucho mejor. Los dolores en la espalda y al respirar han remitido casi por completo, casi, pero bueno, es que me dolía mucho. De todas formas como le lloré un poquito al oncólogo en el próximo mes tengo que hacerme todo tipo de pruebas, así que me quedaré tranquila del todo cuando tenga los resultados.

A pesar de que las últimas semanas no han sido fáciles por los dolores y mi estado de ánimo tan regulero, lo cierto es que poco a poco me he ido encontrando mejor y haciendo algunas cosillas, que en principio me costaron decidir, pero luego me animé y me alegré infinito de haber estado. Ahora hago pocos planes, pero como dicen que lo importante no es la cantidad, si no la calidad, pues los pocos que hago son de mucha calidad. ¡Pero mucha mucha! 

El fin de semana pasado fuimos de visita al pueblo de mi madre y pasamos el día con algunos de mis primos a los que quiero mucho, y me vine contenta porque lo pasamos muy bien y porque sé que me vieron bien y se alegraron. Chute de cariño del bueno que me hace poner una sonrisa cada vez que lo recuerdo. ¡Qué familia tengo....qué afortunada soy! 

Y el viernes, de fiesta benéfica por la noche. Lo de salir por la noche, arreglarme, pintarme y ponerme tacones es algo que me hace más ilusión que cuando tenía 15 años, la verdad. Así que la cosa ya empezó bien, porque salgo de casa como la que va a recoger un Goya (esto viene al caso porque anoche me tragué la gala entera, jajaja). Y una vez allí, la verdad es que no me lo pude pasar mejor. Estuve con amigos de los de siempre, con los que es un gustazo volver a compartir ratitos buenos, pero además vi a mucha gente a la que hace tiempo que no veo pero que sé que están pendientes de mi evolución, que preguntan por mi, que me leen y que me mandan mensajes de ánimo. Amigos de amigos, que sin conocerme se acercaron a decirme que sabían por lo que estaba pasando, y que me decían cosas preciosas. Gente que de verdad se alegraba de verme ya con mi pelo y allí bailando todo lo que podía. 

No sé si quieren que las nombre, pero ellas saben quienes son...y no tengo palabras para expresar el cariño y la fuerza que me dieron el viernes. La fiesta era a beneficio de los niños de Perú, y creo que fue todo un éxito en cuanto a recaudación pero la que más recaudó fui yo, sin duda, que me vine cargada de lo más importante, medicina de la buena, cariño, cariño y más cariño. Y es un gustazo que en estos tiempos en que la mayoría de la gente se queja por todo, mi hermana, Diego y yo salimos de allí diciendo ¡qué buena es la gente! 

Esta semana tengo de nuevo pinchazo, el jueves, espero que no me siente tan mal como el último. Inyección de medicina de la de hospital, pero ya llevo mi dosis de la otra, la medicina que me habéis dado entre todos. Gracias. Gracias y mil veces gracias!