domingo, 22 de mayo de 2016

Olga Olguita

Un mes después de que nos dejara, y con todo el respeto hacia su familia y sus amigos, me atrevo a escribir esto. 

"Cuando con 25 años te dicen que tienes cáncer todo se cae y lo único que piensas es que no podrás superarlo. 15 días después decido abrir un blog para demostrar que aunque la vida no es fácil, si me ha tocado pelear con esto es porque soy especial, y porque a todos los que quiero lo primero que les digo es TE PROMETO QUE ME VOY A PONER BIEN."

Así comienza el blog de Olga, una persona que como ella misma dice, era muy especial. Ella llegó a mi vida en ese momento tan importante en que conocí que tenía cáncer. Su diagnóstico fue justo un mes antes que el mío, y casualmente nos dio la cara igual, con una mastitis que no remitía...Desde que la conocí a través de lo que escribía, en marzo de 2013, ha sido uno de los espejos en los que me he mirado. El suyo era uno de esos blogs que me abrieron la puerta hacia un mundo que yo no conocía, y que me iba a tocar conocer y muy bien; el de las chicas jóvenes que vivían un cáncer de mama. Sólo con el nombre ya me conquistó, "Te prometo que me voy a poner bien", porque define perfectamente lo que ella transmitía, y me hizo ver que era lo que yo quería transmitir también a los que me quería, a los que tenían la lagrimilla fácil a mi lado aquellos primeros días...ella me enseñó que con la actitud y la sonrisa, había que tranquilizar a los demás, y a nosotras mismas. 

Cuánto cariño demostraba hacia todos los que la rodeaban, cuanta gratitud demostró siempre, a la vida, a su familia, a sus médicos, a sus amigos, a su Ernesto...

Ella es una de esas campeonas que me ayudaban a veces a levantarme, a relativizar todo lo que me pasaba, a sonreír porque contaba algo que a mí también me había pasado, y le quitaba toda la tragedia y todo el victimismo, y me hacia sonreír y tirar para adelante. Y digo que es una campeona, porque en la vida lo importante no es lo que te pasa, sino como te lo tomas, como lo afrontas, como respondes ante los palos, y ella para mí, ha sido una campeona en todo momento. No todas las campeonas se quedan, desgraciadamente, pero eso no significa que no lo fuera, todo lo contrario. Su último post nos deja así...con una foto de su cara en un cartel de la Champions...las casualidades de la vida.

No me imaginaba que podría sentirme tan cerca de personas que sólo conocía a través de la red, de escribirnos algún comentario de vez en cuando, y sin embargo he llorado y he reído muchas veces con ellas, con Olga, con Guru, con Ana...Hemos compartido la alegría de terminar una fase del tratamiento, de que nos empezara a crecer el pelo, la tristeza de que la enfermedad vuelva a aparecer, las operaciones, la muerte de algún familiar...y todo eso sin habernos visto nunca en persona! Pero es que la vida a veces nos acerca a gente que jamás pensamos que podríamos conocer, y con las que sin saberlo tenemos muchas cosas en común. 

Yo empecé a leer el maravilloso blog de Olga, y a escribirle alguna vez, cuando para mi sorpresa, vi que publicó una foto en las fiestas de Morata de Tajuña, un pueblo de Madrid muy importante para mí y para mi familia, y resulta que la conocían mis primas que viven allí. Eso nos dio más motivos para mensajearnos. Le conté que allí vivía parte de mi familia, y que allí murió mi padre, por lo que es un sitio que siempre tenemos muy presente. Después de aquello la sentí aun más cercana. Por eso el mensaje de mi prima el 22 de abril avisándome de lo que había pasado, me dejó machacada.

Y me vino la pena acompañada de enfado, de indignación, me vinieron mil preguntas, no puede ser, qué gran injusticia...llegué a rezar porque se hubiera equivocado, entraba todos los días en el blog a ver si de nuevo escribía, pero no...la última vez fue el 10 de marzo y ya contaba que estaba un poco regular...desgraciadamente mi prima no se había equivocado.

Por eso ayer fue para mí un día decisivo, no porque necesitara confirmación, sino porque necesitaba hablar de ella con alguien y que me hablaran de lo que había pasado, ser más consciente de que todo era real...Y tuve la suerte de conocer a dos de sus amigas, y saber un poco más de ella no sólo de lo que leía, si no de lo que podían contarme en primera persona algunas de las que han estado con ella hasta el final. Fue muy emocionante para las tres...y si para quienes la leíamos era grande, para las que la conocían lo era mucho más. Cómo me hablaron de ella, de su fuerza, de su ejemplo...Pude preguntarles por Ernesto, del que tanto me acuerdo, y por su hermana, y por su madre...después de saber tanto de ellos a través de lo que escribía Olga, no puedo evitar pensarlos y tratar de imaginar como estarán llevando estos momentos tan duros.

En unos días difíciles para mí, simplemente por "cosas que pasan", la muerte de Olga, y hablar de ella con dos de sus amigas, me devuelve la perspectiva...me niego a que la vida me coma, a que la rutina me haga llenarme de quejas y olvidarme de que la vida hay que vivirla, cada día, como ella nos ha enseñado, a los cercanos seguro, pero mucho, y por suerte, a los lejanos, a los que nos ha dejado un testimonio de vida único e irrepetible. Nos ha hecho un regalazo escribiendo su experiencia en estos últimos 3 años. Enseñándonos que no merece la pena sufrir por tantas tonterías y que todo, todo, mientras nos quede un soplo de vida, tiene solución. O al menos hay que luchar con una sonrisa para que la tenga. Y la importancia del cariño de los que nos rodean, de darlo y de saber recibirlo.

Os recomiendo a todos la lectura de su blog, una lección de vida impresionante, un ejemplo de cómo ser buena persona que nos da una chica enorme, que nos ha dejado el listón muy alto a todas las demás. Una persona de la que todas tenemos que aprender. Una sonrisa inolvidable.

Quiero desde aquí, con un profundo respeto, a Ernesto al que no conozco pero al que admiro profundamente, a su hermana, a su madre y a todas sus amigas...enviarles toda mi fuerza y todo mi ánimo
Y a Olga, donde esté, GRACIAS! Te echamos de menos...