Nadie dijo que la vida sería fácil, lo que no sabíamos es lo difícil que podría llegar a ser. El día 3 de enero mi madre nos dejó para siempre...o se fue a la habitación de al lado, como dice San Agustín. La pena, el dolor y la incredulidad son ahora mismo indescriptibles.
Escribiré mucho sobre ella, eso os lo aseguro, pero ahora no puedo. Así que os dejo la carta que leímos en su funeral, que muchos me la habéis pedido. Gracias por el cariño y el apoyo. A por un 2017 más difícil todavía...
"Querida mamá, nos encantaría contarte todo lo que está pasando en estos días tan difíciles. Nos gustaría contártelo en persona, tocarte, verte físicamente, pero ya que eso no es posible vamos a aprovechar unos minutitos para decírtelo desde aquí, acompañados de tanta gente que te quiere.
Hace una semana te dijimos adiós para siempre, y lo cierto es que aún no podemos creerlo, parece una broma, una pesadilla, o una ausencia temporal. Aunque sabemos que desgraciadamente no es así. Y te dijimos adiós después de que nos dedicaras unas navidades de ensueño, después de días de mucha risa y mucho amor. Después de unos días de disfrutarte al máximo y llenarnos más aún de tí. Y de que te fueras en un segundo, sin avisar, sin hacer ruido.
Desde la enorme pena que supone no tenerte a nuestro lado, queremos dcecirte solamente una palabra. Y esa palabra es Gracias. Gracias por tanto. Gracias por tu sonrisa perenne, por tu risa y por tu carcajada fácil. Gracias por tu tiempo, ese tiempo que nos has dedicado en exclusiva, olvidándote de tí misma, ese tiempo dedicado a intentar criar a cuatro hijos que ante todo, y sobre todo, fueran felices. Gracias por crear esta bonita familia tan unida, en los momentos buenos y en los no tan buenos.
Gracias por tus besos, por enseñarnos a llegar y darnos un beso, y por nunca nunca olvidarnos del beso de despedida. Gracias por tus cuidados, que en algunos momentos nos han hecho tanta falta. Gracias por ser amiga, por escuchar cada historia, cada anécdota, con toda tu atención, por saber el nombre de todos nuestros amigos, de nuestros conocidos, de nuestros compañeros de trabajo, por no olvidar nunca una fecha...por abrir tu casa a todo el que viniese con nosotros...por ser nuestro comodín. Ese comodín que se usa siempre que se quiere y con total libertad. Gracias por enseñarnos a amar, a perdonar, por enseñarnos que el rencor solo le hace daño al que lo tiene, y por solucionar situaciones que parecían imposibles con un abrazo o una sonrisa. Gracias por enseñarnos la intensidad de los sentimientos, de las alegrías y las penas, así, sin filtros. Gracias Por ser toda verdad.
Si hubiésemos tenido que elegir madre, te puedo asegurar que siempre te hubiéramos elegido a ti.
Estos días, con tanto cariño que estamos recibiendo, lo único que podemos confirmar en cada momento es lo maravillosa que has sido, y la cantidad de amor que has dejado aquí. Estamos llenos de ti, llenos de tu amor, y te puedo asegurar que el tiempo que nos quede, en el que te vamos a echar tanto de menos, vamos a tratar de reflejar todo eso que tú nos has inculcado y nos has transmitido.
Aún desde el dolor más intenso, sólo podemos decirte gracias, y decirte que hemos sido muy afortunados. Sólo nos queda la pena de no tener más de eso que tú nos has dado, queremos más de ti, más de lo mismo.
Espéranos allá donde estés, que seguro que ya estás haciendo reír a más de uno, y mándanos fuerza, que nos va a hacer falta. Te queremos con todo nuestro corazón. Hasta pronto mami."