martes, 24 de junio de 2014

Mi Luna

Es increíble como un olor, un sonido o una luz determinada puede revolver nuestros sentimientos desde lo más profundo, puede abrir la caja de los truenos que todos llevamos dentro, la caja de recuerdos, de sensaciones de preguntas...

Ya os había dicho alguna vez lo mucho que me gusta la playa, estar descalza, tener el pelo mojado y que me dé el sol. Ya sé que hay que protegerse del sol y más yo, después de la radioterapia y aún en tratamiento, pero con mucha protección ya puede darme un poco más que el año pasado. Yo eché mucho de menos todo eso el verano pasado, me faltaba algo, me faltaba la energía que me da el sol! Lo he podido comprobar este fin de semana.

He pasado unos días espectaculares en mi playa favorita, de la que llevo disfrutando los últimos 10 años, y en la que como dice Diego, siempre estoy bien. Qué buenos momentos pasamos siempre que vamos allí, y como ya todos sabemos, la vida son momentos! 

Estos últimos 21 días, de los que yo esperaba mucho, han sido de los mejores que he llevado desde marzo del año pasado en que empecé el tratamiento, he tenido muchos más días buenos que malos, y he disfrutado de muchas cosas que me gustan. Además he perdido algo de peso y ya me siento más normal, dicen que es que ya me voy deshinchando del tratamiento...será verdad. Aunque aún me quedan algunos kilillos para estar como antes, pero bueno, no puedo quejarme. Y encima he podido teñirme el pelo y taparme mis canas, que no me disgustaban, pero me hacían mayor. Ahora cada vez me parezco más a la "yo prequimio". El pelo sigue muy fuerte y muy rizado, para mis gusto bastante feo, yo lo llamo pelo de escoba, pero lo llevo mojado o con gomina siempre y así me gusta más. 

Cuando dos años después, y con la sensación de que me ha pasado un camión por encima, física y psíquicamente, he vuelto a ver la puesta de sol desde uno de los sitios que más me gustan del mundo, con gente de la buena a mi lado, el conciertillo de fondo, descalza y con el pelo mojado, he tenido que hacer un gran esfuerzo para no llorar, para no gritar, para no preguntar qué es lo que le ha pasado a mi vida, y para no decir en voz alta que no se podía ser más feliz que yo allí, dándole gracias a Dios por poder volver a disfrutar de las cosas que más me gustan. Me he prometido mil veces que mientras tenga salud, nunca dejaré de saborear esas cosas, esos sitios, esas sensaciones. Una pena que me haya pasado esto, pero una maravilla cómo se disfruta todo después. Es como cuando tienes mucha sed y por fin bebes agua, ¡qué bien sienta!

El otro día alguien que ha pasado por lo mismo que yo me dijo que leía mi blog y que echaba de menos que contara las cosas malas, los ratos de agotamiento sin apenas haber hecho esfuerzos, el miedo cada vez que vas al médico, la soledad de algunos momentos en que te sientes incomprendida porque el mundo sigue y tú empiezas a ponerte pesada ya con tanta enfermedad y tanto tratamiento...y le dije que tenía razón, que a mí me pasa todo eso y más, pero que me gusta escribir en los momentos que estoy feliz y pletórica para que la gente que empieza con esto o está en pleno tratamiento vea que se puede. Se puede convivir con el cáncer y su tratamiento, y se puede vencer! Por lo menos eso espero yo, que se acabe esto de una vez. Y sé que será pronto y que lo peor ya ha pasado.

Por cierto, este mes he ido casi día sí y día no al médico porque tenía muchas pruebas de control, revisión del cirujano, del oncólogo...y todo está muy bien! Seguimos en el buen camino! Mañana otra vez pinchazo, y después sólo quedarán 3! No veo el momento de terminarlos!

Ahí os dejo una foto de estos días que me ha hecho mi querida amiga Lucía, (que además de gran amiga es una gran fotógrafa), en La Luna, el bar al que voy siempre que puedo en una de las mejores playas del mundo, Zahara de los Atunes. Os lo recomiendo a todos! 


martes, 3 de junio de 2014

25 y 37

Hoy va la cosa de números, la semana del 25 y el 37. 

25 son las veces que me he sentado en el hospital de día a que me enchufen a una de esas maquinitas que pitan, 25 pinchazos en mis venas, secas ya de tanta quimio. 4 las sesiones que me quedan si todo va bien, 3 meses más de tratamiento. 

37 son los años que cumplo esta semana, ¡qué mayor! Infinitos los años que gracias a la medicina me quedan aún por cumplir. Eso es lo mejor. 

Y 21 son los días que tengo por delante para recuperarme de esta última sesión...bueno, de la sesión y de los dos días de hospital que he tenido, de recopilar citas para nuevas pruebas, ir de un lado para otro a ver lo que se puede adelantar, ufff, mejor olvidarlos. 21 días me esperan cargados de cosas que hacer, cosas que me apetece hacer, cosas que me hacen bien, desde mañana mismo...parece mucho pedirle ya a este cuerpo que empieza a estar muuuuy cansado, pero le damos un empujoncito y seguro que remonta. 

Esas son mis cuentas, las que tengo todo el día en la cabeza, porque estoy loca por terminar, y parece que ya esta vez es verdad, a final de agosto, último pinchazo, aunque esto no acaba ahí, quedan cosas importantes, revisiones, pruebas, decisiones que tomar...pero eso vendrá después. Un jefe que yo tenía, siempre me decía, "divide y vencerás", y eso voy haciendo, dividiendo, cortando las cosas a cachitos para ser capaz de afrontarlas por partes, una a una. Y así lo veo todo más fácil.

Siempre me ha encantado mi cumpleaños, con esto soy como con la Navidad, me gusta y punto. Hay gente que lo odia, que les da pena, que no lo celebran, que esperan mucho de ese día y luego se decepcionan, pero para mí no es así, me gusta siempre, y desde el año pasado más. Cumplí los 36 calva, fue el único día que salí con peluca...y como pasé mucho calor, ya no me la puse más. Y ahora cumplo 37 con este pelo rizado y raro, pero con muchas ganas de celebrar la vida, de celebrarlo todo. 

Hoy ha sido el día del superviviente de cáncer, y de pronto me he dado cuenta que era mi día! Qué fuerte, nunca me hubiera imaginado ser parte de ese gran grupo de personas que viven con cáncer y después de él. Esas personas que afrontan la vida viendo que la de los demás no se para por eso, a nuestro alrededor hay buenas noticias, la gente crece, avanza, y también las hay malas, los que se van, los que se ponen enfermos, los que están tristes. Y todo eso, mientras tenemos cáncer y luchamos contra él. A veces pienso que debería pararse todo hasta que yo termine con esto y vuelva a ser la de antes, y esté en el camino normal de las cosas, pero eso no pasa, la vida sigue, aunque a mí se me ha atascado un poco aquí. 

Así que en medio de todo esto, voy a cumplir un año más con esa alegría de ser una superviviente, y aunque la vida que tengo no se parece en nada a la que siempre planeé, tengo que reconocer que está llena de cosas bonitas, de gente que me gusta y de momentos en los que me siento muy afortunada. 

Os dejo aún con 36 años, aunque ya les queda poco. Mucho ánimo a todos los que están sufriendo, una vez más en especial a mi familia que sigue con el alma encogida por la salud de mi segunda madre, una persona muy importante en mi vida, y en la de todos los míos. Aunque sé que va a salir todo bien. 

Y muchas gracias a todos por estar ahí, por apoyarme, escribirme, demostrarme tantísimo cariño, prestarme ayuda, y todo lo que me habéis ofrecido para estos días de camino, que aunque no pueda aprovecharlos, me los quedo para siempre en mi corazón. 

Gracias!